Errores más típicos al conducir en moto


Hace un par de meses os comentábamos algunas medidas a tomar para evitar accidentes al conducir en moto por carretera. Hoy queremos seguir tratando este tema, enfocándolo en aquellos errores que más comúnmente cometemos. Porque sí, aunque es cierto que a los moteros nos han dado una mala fama inmerecida en este asunto, hay que reconocer que en ocasiones también cometemos algunos fallos. A fin de cuentas, nunca está de más hacer un poco de autocrítica. Si queréis saber cuáles son los errores más típicos, continuad leyendo.

errores

Conducir a velocidad indebida

Este es el error más clásico y habitual en la carretera. Aunque no se trata de un fallo exclusivo de los moteros. Y es que, como ya se sabe, el exceso de velocidad es una de las principales causas de accidentes.

También es importante tener en cuenta que, aunque sea un fallo muy generalizado, en la moto puede ser más fácil caer en ello. Ya que en muchas motos modernas tiende a haber una menor sensación de velocidad y una mayor facilidad de aceleración.

Pisar los límites de los carriles

Como las motos son más pequeñas que el resto de automóviles que circulan por la carretera es habitual que a veces todo “nos vaya un poco grande”. Y esto es algo que tiende a pasar mucho con los carriles de circulación. Sobra tanto espacio que creemos que podemos aprovecharlo y arrimar la moto a alguno de los límites del carril. Así podremos tomar la curva de forma más abierta, sin tener que reducir tanto la velocidad. Pero esto no es solo un error. También puede ser un peligro para la moto. Podemos estar exponiendo nuestro cuerpo al tráfico que venga.

Rodar con una moto inadecuada

A todos nos gustan las motos deportivas. Pero hay que preguntarse qué uso le daremos, cuántas veces pisará un circuito o si la usaremos solo para ir al trabajo. Si es lo segundo, quizás no sea la adquisición más lógica. Como este, hay muchísimos casos en la carretera. Si bien no son un error en si mismo, pueden tentarnos a prácticas poco recomendables. La emoción y la potencia no son buenas compañeras.

Hay que conocerse bien a uno mismo y elegir la moto que, además de enamoraros, encaje con vuestro carácter, físico y necesidades.

Poca confianza… o demasiada

La confianza es un elemento muy necesario en la conducción. Todos los moteros sabemos que, si uno no se siente seguro conduciendo, las posibilidades de que algo vaya mal aumentan exponencialmente. Pero con la confianza pasa algo curioso, y es que se podría decir que es un arma de doble filo. La escasez de confianza no es nada recomendable pero el exceso también puede ser un gran peligro. Porque cuando vamos muy confiados en nuestra conducción tendemos a tomar más riesgos, a creer que controlamos o a no valorar bien los peligros.

Esto solo se puede aprender con la experiencia. Conduciendo, acumulando experiencias, corrigiendo nuestros errores, escuchando consejos de otros moteros y siguiendo las normas de circulación, que para algo están.