Seguro de moto: cuál debemos contratar


El seguro de moto es, como el carné, un requisito con el que debemos cumplir para poder circular. Existen varios tipos, por lo que debemos tener en cuenta qué cubre cada uno para elegir el que más nos convenga.

Qué es el seguro de moto

Para circular en moto, además del casco que el reglamento nos obliga a llevar, y la chaqueta o las protecciones que llevamos también por seguridad, hay otro elemento aún más importante: el seguro de moto. Sin él, no vamos a poder utilizarla.

Existen varios tipos de seguros, por lo que debemos meditar sobre cuál es el que más nos conviene. Esta decisión la tomaremos en función de nuestras necesidades. Simplemente tenemos que tener en cuenta varios aspectos que veremos a continuación.

El seguro de moto cubre la responsabilidad civil y es imprescindible para poder circular. Sin él, corremos el riesgo de una elevada multa. Además, tendremos que pagar de nuestro bolsillo todos aquellos gastos que puedan ocasionarse.

Aparte de este seguro base, hay otras coberturas que también debemos tener en cuenta, como la cobertura en caso de robo o los gastos médicos.

Partes de un seguro de moto

Un seguro de moto cuenta con varias partes. Por un lado, tenemos la póliza, que viene a ser el contrato que firmamos. Este recoge nuestras obligaciones y nuestros derechos, así como los de la compañía aseguradora.

Conviene leer cuidadosamente el contrato y la letra pequeña. Así nos aseguraremos de que se incluyen todos los requisitos que hemos solicitado y que necesitamos.

Por otra parte, encontramos la garantía del seguro. Esta hace referencia a la cobertura que incluye nuestro contrato. Con esta garantía, nosotros, las personas aseguradas, podremos recibir unas prestaciones por parte de la compañía de seguros. Estas se ajustarán a las condiciones, tanto generales como particulares que se hayan establecido.

Por ejemplo, la garantía de un seguro de moto incluirá los daños en la moto, la persona conductora y las terceras implicadas en el caso de que se produzca un siniestro.

Esta es la garantía habitual, la de responsabilidad civil, que aparece en la ley y, por tanto, es la misma en todas las pólizas. Sin embargo, la garantía que varía es la de la Responsabilidad civil voluntaria.

Debemos fijarnos bien en esta garantía cuando contratemos nuestro seguro de moto. A veces las cuantías son tan bajas, que podríamos quedar desprotegidos si se produjese un siniestro grave.

Por último, encontramos los gastos médicos. En esta garantía el pasajero está totalmente cubierto, pero quien conduce, no. El seguro del conductor se contrata aparte.

Para cubrir cualquier imprevisto que pueda suceder, conviene contratar un seguro de moto a todo riesgo. A este se le llama garantía de daños propios.

La elección del seguro de moto

La tarifa a pagar cuando elijamos el seguro de moto variará según una serie de factores. Así, según nuestra edad, la antigüedad de la moto y el modelo o nuestros antecedentes en la conducción, el precio total será más alto o más bajo.

Si nuestro objetivo es ahorrar dinero, debemos decantarnos por el seguro a terceros, que incluye la responsabilidad civil. Si preferimos ampliar un poco la cobertura, nuestra opción será el seguro para el conductor, que nos incluirá los gastos médicos.

Por último, si consideramos que nuestra moto puede resultar atractiva para el robo, lo mejor es contratar la cobertura a todo riesgo.