De profesión… mujer motera; Guardia Civil


profesión motera

Hace unos meses, regresando de Madrid en moto con mi hermano, nos cruzamos con una pareja de guardias civiles, también en moto, en una de las rotondas de Tarancón que dan acceso a la autovía que lleva a Cuenca. El primero pasó sin más pero el segundo se nos quedó mirando y, para nuestra sorpresa, nos hizo unas V’s con la mano. Le respondimos, sonreímos también y seguimos nuestro camino, pero yo me quedé pensando. Creo que aquella fue la primera vez que tomé conciencia de que, bajo el casco y el uniforme de muchos guardias civiles de la Agrupación de Tráfico se esconde el alma de un motero genuino.

 

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Es curioso. Los integrantes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil suscitan, a la vez, los mejores y los peores pensamientos entre los conductores de

cualquier vehículo, también de quienes vamos en moto. Los mejores porque si estás en la carretera y te sucede algo, suelen ser los primeros en acudir para echar una mano en cuanto se les llama. Los peores porque ponen multas y eso, no nos engañemos, no nos gusta a nadie (aunque algunas veces nos merezcamos las nuestras). De todos los calificativos que alguna vez en mi vida he puesto o he escuchado poner a un guardia civil, el único que no estaba en mi lista hasta el día de la rotonda de Tarancón es motero.

 

Así que pensé… ¿por qué no contar la historia desde el otro punto de vista? El de una persona que cumple con su deber bajo un uniforme pero que, cuando se lo quita, disfruta con la moto como el que más. Si encima esa persona era mujer… mejor que mejor. Así contacté con el Subsector de Tráfico de Madrid y así conocí a Mónica Falgueras, nuestra protagonista del “De profesión… mujer motera” de hoy. Es imposible hablar con ella y no sentir su pasión por las motos: Mónica transmite amor hacia ellas por los cuatro costados. Pero ella os lo cuenta mejor que yo en el video.

Desde aquí agradezco profundamente a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil las facilidades que nos dieron desde el primer momento para realizar la entrevista, su buena disposición, las risas y los buenos momentos pasados en el transcurso de la grabación y, sobre todo, la total libertad con la que Mónica respondió a las preguntas de la entrevista. Así da gusto trabajar.

Casiopea.

 

Mujeres Moteras