Salsa RosaGP
El Salsa Rosa MotoGP está pasando de castaño a oscuro… casi podríamos decir un… adiós MotoGP, hola Salsa RosaGP…
Hemos pasado de piques en pista y alguna que otra indirecta entre pilotos, a acusaciones, patadas y agresiones en los domicilios particulares de éstos. ¿Nos estamos volviendo locos?
Tras el incidente durante la carrera de Sepang en Malaysia el pasado fin de semana en el que Valentino Rossi en un acto de antideportividad (eso no se le escapa a nadie) sacaba a Marc Márquez de la pista ha sido un linchamiento continuo de ambos pilotos por los fanes y seguidores de ambos.
Y tanto se nos ha ido a todos la olla que hace un par de días Marc Márquez fue agredido en su casa junto con su familia por unos reporteros italianos.
Obviamente la versión de los Márquez es totalmente contraria a la versión de los italianos pero lo que sí está claro es que nadie puede entrar en casa de uno sin permiso y menos para ridiculizarte.
Para los que todavía no lo sabéis, según el comunicado oficial publicado por el equipo de comunicación de Marc Márquez un grupo de personas se personaron en la vivienda del piloto y profirieron una serie de insultos, realizado determinadas acciones humillantes y ridículas hacia el propio piloto e incluso llegando a empujar y agredir a sus familiares más cercanos. Dada la gravedad de la acción, dichos actos han sido denunciados y seguirán el curso normal de una acción penal frente a dichas personas».
Según los periodistas italianos se acercaron a Márquez con un premio “divertido” y fueron agredidos.
El premio divertido que los reporteros de Mediaset Italia querían dar al piloto delante de su familia era una “Copa di Minchia” (copa de mierda) que estaba representada, según fuentes*, por un pene gigante de goma.
Obviamente la diversión es algo totalmente subjetivo y propio de cada individuo ya que lo que divierte a uno puede no divertirle a otro, sin embargo, me atrevería a pensar que a ninguno nos haría demasiada gracia que entrasen unos desconocidos en nuestra casa y se burlasen de nosotros ante nuestra familia regalándonos un falo gigante como copa.
Y para colmo, después del desagradable incidente y la intervención de la policía, cuelguen en sus redes sociales que el enfado de los Márquez se debió a que la “copa” no era lo suficientemente grande.
¿Cómo reaccionaríais? Yo, ¡fatal!
El mundial está a punto de acabar y los dos pilotos que optan al título están a una diferencia de solo 7 puntos. Pero en vez de hablar sobre cómo se están preparando para la última carrera, sobre entrenamientos y estrategias que van a seguir estamos hablando sobre si la caída de Márquez en Sepang fue culpa de uno o del otro, si Márquez apoyó la moto aquí o allá, o si Rossi es una víctima inocente o el demonio personificado. Además, algunos programuchos propios del estilo de Mediaset aprovechan la coyuntura para hacer acopio de bromas pesadas y ridículas a los afectados.
Debemos centrarnos y volver a pensar en las motos como lo que son, una competición y no un programa de cotilleos, pullas y peleas. Una competición con un reglamento claro y contundente en el que esté muy bien definido lo que se puede y no se puede hacer, para que todos los pilotos reciban las mismas consecuencias ante las mismas acciones.
Ya se han dado muchas veces situaciones similares con consecuencias totalmente distintas y ajustadas a lo importante que es un piloto y eso no puede seguir siendo así. Misma acción mismo castigo dejando un poco al lado los millones de euros que tengas y muevas o quien seas.
Repsol, el patrocinador oficial de Honda HRC ya lo dejó clarísimo en su comunicado de prensa tras el incidente de la carrera:
“Para Repsol la acción de Rossi resulta absolutamente inaceptable, ya que ha puesto en peligro de manera premeditada y antideportiva la integridad física del piloto del equipo Repsol Honda. Para Repsol, se trata de una acción antideportiva incompatible con los valores que rigen el deporte y la competición.
Repsol lamenta profundamente que se den situaciones como la que se ha vivido hoy en Sepang, máxime cuando se siente orgulloso de los valores deportivos: compañerismo, espíritu competitivo y compromiso de sus pilotos. Sin estos valores para Repsol no tendría sentido su esponsorización.
Repsol reclama además un reglamento claro y contundente que, en aras a la seguridad e integridad física de los pilotos, sancione con claridad y de manera decidida comportamientos como los de hoy”.
En definitiva, que esperemos que se calmen los ánimos y la competición vuelva a ser competición y no una guerra sucia entre pilotos. Para ello, creemos que es básico y muy necesario un reglamento decente y no unas hojitas en las que se pongan y quiten las normas a voluntad de los que tienen poder y dinero.
*fuente: Jesús Calleja tras conversar con la familia de Márquez.