Moto eléctrica: cuatro importantes ventajas


La moto eléctrica es, frente a la moto convencional, una alternativa más económica y sencilla. Con un cambio de marchas automático, nos ofrece varias ventajas que la convierten en una elección popular.

Qué es una moto eléctrica

Recientemente hablábamos en otro artículo sobre cómo utilizar las marchas en una moto. Para quienes tengan dificultad con ellas o prefieran optar por algo más sencillo, la moto eléctrica se presenta como la mejor solución.

Circular en moto nos ofrece una serie de ventajas frente a hacerlo en un coche. Pero, además, si para ello utilizamos una moto eléctrica o scooter, estas aumentan aún más. Antes de comenzar con los puntos a favor, veamos qué es exactamente una moto eléctrica.

La moto eléctrica o scooter se remonta al año 1946, cuando nació la Vespa de Enrico Piaggio. Este medio de transporte, cómodo y de bajo coste, se convirtió en toda una estrella. Manejable y muy ligera, debe su nombre a la expresión italiana «Sembra una vespa«, que significa «parece una avispa».

Originalmente, el cambio de marchas se encontraba en la mano izquierda. Sin embargo, con el tiempo, evolucionó a cómo la conocemos hoy. Encontramos diferentes tamaños de motor y con chasis de los más variados. Lo que no ha cambiado es su comodidad en el asiento y la facilidad para conducirla.

Ventajas de la moto eléctrica

Las ventajas que ofrece una moto eléctrica son, probablemente, muchas más de las que aquí os dejamos. No obstante, son suficientes para valorar esta opción si estáis pensando en comprar una moto y no tenéis claro por cuál decantaros.

Facilidad de conducción

La ventaja principal de la moto eléctrica es que no tiene caja de cambios. Su motor, de manera automática, se va ajustando para circular a las revoluciones más eficientes. De esta manera, nos evitamos el problema de tener que localizar con el pie el punto muerto entre las marchas o de tener que coordinar manos y pies de manera inversa a un coche.

Por otra parte, si elegimos una moto eléctrica de 125 cc, no tendremos que obtener el permiso de moto A2. Nos bastará con convalidar el permiso B de conducir.

Mayor comodidad en los asientos

Otra de las diferencias principales con la moto convencional reside en el asiento. Este es más ancho en la moto eléctrica y, además, al ir recto y no a horcajadas, reduce el cansancio al llevar una postura erguida. Además, podemos subir y bajar con mayor facilidad.

Otro punto a favor es que debajo del asiento tenemos mucho espacio para guardar objetos. Por ejemplo el bolso, el neceser o los zapatos del trabajo. En cuanto al acompañante, su asiento es largo y ancho, y dispone también de reposapiés y asas para poder sujetarse.

Menos coste de mantenimiento

La moto eléctrica está pensada para circular por ciudad. Esto significa que está preparada para soportar el tráfico y lo que esto le supone al motor. Su consumo medio de combustible también es más bajo que en las motos convencionales. Por último, el seguro de la moto eléctrica es más económico que en las demás.

Mayor agilidad

Los scooters eléctricos suelen ser más ágiles en su conducción, que no es lo mismo que ser ligeros de peso. De hecho, la BMW C evolution es el scooter más pesado que hay, con un peso en orden de marcha de 265kg. Ahora bien, en cuanto a conducción, la moto eléctrica, es más ágil cuando circulamos. No solo las ruedas, sino también el manillar, permiten maniobrar con mucha más comodidad.

Aunque a las mujeres también nos gustan las motos convencionales y las curvas, la moto eléctrica nos aporta muchas ventajas para desplazarnos sin grandes complicaciones. Desde Mujeres Moteras te invitamos a que valores todas las opciones y nos consultes si tienes alguna duda sobre qué moto elegir.