El exceso de velocidad


El problema no es el exceso de velocidad.

Cuando vi este anuncio me centré en la figura del árbol hecho a base de trozos de vehículos y pensé… no hay guardarraíl, hay un asfalto negro y perfecto, nada de porquería ni sorpresas en el suelo y un árbol. ¡Qué mala suerte! porque los árboles están muy duros. Unos segundos después me leí la frase que la DGT y el Ministerio de Interior habían puesto.

exceso-de-velocidad-dgtEl árbol no es el problema, el problema es circular a más de 100km/h por una carretera secundaria.

Señores de la DGT, la velocidad máxima de las carreteras secundarias es de 90km/h como así han establecido ustedes y vemos en las señales de muchísimas carreteras de toda España. Y dado que es una velocidad impuesta, es una velocidad segura. Porque no se me ocurriría jamás pensar en que ustedes hagan algo que no sea el velar por nuestra seguridad.

El problema no es el exceso de velocidad.

Y si la velocidad segura es de 90km/h, ¿me pueden explicar por qué a 100km/h vamos a ir todos contra el árbol?

Entiendo que el cum laude que ha escrito este anuncio no se sabe las normas de circulación o no tiene el carné y no ha visto una señal de velocidad en carretera secundaria en su vida, porque de lo contrario hubiese pensado que el problema no son los 100km/h.

exceso-de-velocidad-en-carreteraEl problema no es el exceso de velocidad. El problema es que la persona que va con exceso de velocidad no sabe lo suficiente como para ir a esa velocidad.

¿Cuántas veces hemos ido a dar una vuelta con algún compañero/a que iba en moto tan bien que parecía que fuese tomando el té? Él de paseíto y nosotros desesperados detrás intentando no perderle.

Ese compañero/a toma la curva mucho más rápido que nosotros de la manera más natural del mundo, mientras nosotros nos sentimos inseguros a esa velocidad. Si vamos forzados y nos caemos, ¿el problema es la velocidad? No. El problema es nuestra técnica, nuestra práctica y nuestro nivel de conducción. Y a eso, le podemos añadir otros problemas como un mal pavimento, una mala señalización o cualquier otra circunstancia de las que se dan a diario en la carretera.

Sin duda debo agradecer a la DGT la cantidad de chorradas, patinazos e incongruencias que dicen, porque me dan temas para escribir y a veces echarme unas risas a su costa (otras me hacen llorar y enfadarme bastante).