Manual de Buenas Prácticas


Cuenta el Antiguo Testamento que el Señor entregó a Moisés dos tablas, llamadas Tablas de la Ley, en las que había escrito los diez mandamientos por los que debía regirse la vida de los hombres desde ese momento. En Mujeres Moteras no aspiramos a tanto, pero, al hilo del [fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»][intlink id=»1183″ type=»post»]post anterior,[/intlink] esta semana os traemos, de la mano de nuestra coach, Montse Camacho, un sencillo manual de buenas prácticas en el asiento trasero (y también en el delantero), para que no haya malentendidos o comportamientos inadecuados por desconocimiento sobre la moto que puedan acarrear un accidente. Allá van nuestros diez mandamientos para el copiloto perfecto.

 

Cinco mandamientos del piloto:

  1. Explicar a su copiloto lo que necesita de él para sentirse confiado y tranquilo a la hora de conducir la moto.
  2. Antes de subirse a ella, es importante marcar unas pautas básicas necesarias como la posición del copiloto, dónde debe agarrarse, los movimientos permitidos encima de la moto… y las consecuencias que puede tener si esto no ocurre.
  3. Es fundamental establecer el tipo de comunicación no verbal (por signos o lenguaje corporal) que piloto y copiloto van a usar una vez en marcha.
  4. Flexibilidad: durante el rodaje, las indicaciones e instrucciones previas se pueden ir variando y adaptando hasta lograr el equilibrio entre ambos. Empieza de menos a más, evita en la medida de lo posible la conducción brusca y adelanta los movimientos al máximo, además de hacerlos progresivamente.
  5. Las explicaciones serán claras, sencillas, con un lenguaje fácil de entender, sin dramatismos y, sobre todo, haciendo énfasis en las cuestiones más importantes para el piloto.

Cinco mandamientos del copiloto:

  1. Asumir que la responsabilidad sobre la colocación, el movimiento y cómo comunicarse con el piloto (una vez éste ha expuesto sus explicaciones) es básico, ya que “da mucha seguridad en uno mismo”.
  2. La relajación en el asiento trasero es fundamental, ya que conforme vayan pasando los kilómetros esto hará que el copiloto gane confianza. Trata de disfrutar, pídele al piloto que vaya poco a poco y de menos a más y tómate tu tiempo con paciencia.
  3. Trata de permanecer estático en una posición cómoda para ambos y acompañando con el cuerpo los movimientos del piloto.
  4. Pregunta todas las dudas que tengas sobre qué debes hacer en el asiento trasero antes de empezar la marcha ya que, aunque luego el piloto vaya corrigiendo tu posición y comportamientos (“con mimo”, recuerda Camacho), siempre es preferible aclarar lo máximo posible antes de abrir gas.
  5. Procura no hacer movimientos bruscos, no interrumpir la concentración del piloto si no es estrictamente necesario y, en la medida de lo posible, ir atento a la carretera a fin de poder echar una mano o avisarle de cualquier obstáculo si es necesario. Formas parte del viaje, de modo que está alerta.

Estos diez mandamientos se resumen en una palabra, recalca Montse Camacho. Y esa palabra no es otra que confianza. Cuanto más confiéis el uno en el otro, más fácil os será rodar juntos. Y si ponéis en práctica estos sencillos consejos, no será difícil que esa confianza crezca.

Nos leemos en dos semanas. Ráfagas traseras.

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