La semana pasada se anunció la retirada de las azafatas y paragüeras de la Fórmula 1. Luego se anunció su sustitución por niños. Y ahora, hace unas horas, se ha anunciado que se van a mantener las azafatas originales.
Hoy vamos a tratar un tema delicado…
Ya sabéis que, en el blog MujeresMoteras.com contamos un poco lo que nos parece. Con sinceridad y transparencia, damos nuestra opinión. Una opinión que coincide con lo que muchos pensáis y está en desacuerdo con el resto. Pero las opiniones son eso, opiniones y maneras de ver las cosas. Y como tales, están para debatirlas y comentarlas. Con sus pros y sus contras.
Las azafatas y paragüeras deportivas.
Las azafatas y paragüeras deportivas son chicas, generalmente muy guapas y con unos cuerpos estupendos, que acompañan a los deportistas en la entrega de premios, en los boxes, en las parrillas sujetando el paraguas (que obviamente tiene una función clara y no es atrezo), o por el paddock en mera imagen de marca.
Son chicas que, voluntariamente, acuden a una oferta de trabajo. Que realizan una serie de entrevistas o castings y aceptan las condiciones del empleador.
¿Es denigrante para la mujer aceptar voluntariamente un trabajo?
Aceptar voluntariamente un trabajo como imagen de una marca, deportiva o no, no puede ser denigrante.
Entonces… lo denigrante no es el trabajo. Demos un paso más.
Cada marca, elije una vestimenta para sus azafatas. Sin duda, todos las hemos visto. Hay algunas marcas que tienen muy buen gusto. Las visten picantes o atrevidas pero elegantes. Otras azafatas y paragüeras van vestidas (y perdonarme si os ofendo) como auténticas furcias. ¿Culpa de las azafatas y paragüeras? no. Culpa de quien ha elegido la ropa.
¿Nos fijaríamos en ellas y las marcas que representan si fueran con una sudadera y unos tejanos sencillos?
Las hay que son guapísimas y hasta vestidas de pordioseras estarían guapas, pero la gran mayoría no. También hay marcas, que las conocemos todos y poca falta le hacen las azafatas y paragüeras. Pero otras, si quieren ser visibles, deben esforzarse más. Que el camino de estas marcas «secundarias» de vestir a sus chicas como putones sea el correcto ya es otro tema.
¿Es malo ir vestida sexy?
No creo que nadie pueda defender que vestirse sexy esté mal. Es una opción. Una decisión. Y cada uno puede vestirse como quiera. Siempre respetando el entorno social en el que está. No vas a ir con bikini a una convención de médicos… Hay una cosa que se llama normas de etiqueta y que debe tenerse en cuenta mientras vivamos inmersos en una sociedad.
Entonces me planteo la siguiente pregunta:
¿Es denigrante cómo las visten?
Aquí sí que entramos en la polémica. Mi opinión es que algunas marcas sí denigran la figura femenina vistiéndolas como putones. Aunque ellas estén de acuerdo y lo hagan porque quieren. Para mí es denigrante, pero respetable. Yo no soy quién para prohibir o buscar la prohibición de un trabajo que alguien realiza porque quiere, aunque me parezca que denigra la figura de la mujer.
Recuerdo en el Gran Premio de Sachsenring de MotoGP una marca que había vestido a sus azafatas y paragüeras con una especie de malla finísima y casi transparente de color dorado. Si la chica tenía un solo pelo en el cuerpo, se veía. Era la antítesis de lo sexy. Era feo, cutre y grosero. Incluso diría que las chicas iban pasando cierta vergüenza (quizás me equivoque).
Si lo denigrante es cómo las visten, ¿por qué las prohibimos?
El trabajo en sí, no es denigrante, más cuando cada vez que se prohíbe en algún deporte, se sustituye por otro perfil de persona. Lo que en todo caso denigra, es el estilo de ropa que les ponen a algunas.
¿No sería lógico establecer unas normas de etiqueta y cortesía antes de eliminar tantísimos puestos de trabajo?
Vayamos más lejos.
Hace años, al menos en los deportes de motor, el público era masculino. Ahora es mixto. Quizás no seamos 50-50, pero mujeres moteras somos muchas.
Personalmente, me gustan los hombres. ¿Por qué cuando voy a un gran premio solo veo azafatas y paragüeras mujeres? Yo también quiero sentirme representada. Yo también quiero hombres guapos y sexis con los que fotografiarme.
Ricemos el rizo.
¿Podría ser que, como yo, mujer heterosexual, no tengo representación a través de azafatos quiero presionar para que quiten a las azafatas y paragüeras mujeres?
Y si añadiésemos azafatos… ¿sería denigrante para ellos? Quien no recuerda el paragüero de Ana Carrasco en el Gran Premio de Assen de 2014.
Si estuviesen representados hombres y mujeres, ¿nos quejaríamos igual?
Y ya la traca final.
Sustitución de las azafatas y paragüeras por niños. La explotación infantil.
Cuando salió la noticia hace unos días que en la Fórmula 1 se eliminaban las azafatas y paragüeras por ser denigrante para la mujer, se comentó que se sustituirían por niños. No dijeron nada de poner niñas también y aunque el género masculino plural se usa como neutro, quizás sería bueno que hubieran matizado. Así no parecería que las niñas aquí tampoco están incluidas.
Jóvenes elegidos de los clubes automovilísticos locales que se estuviesen iniciando en las categorías junior o en karting.
A todo esto, le podemos dar mil vueltas. Los niños van a realizar un trabajo para el que no van a cobrar. Más cuanto quienes lo realizaban antes (las azafatas y paragüeras) sí cobraban. ¿Esto no sería explotación infantil?
Si, además, lo que hacemos es sustituir a las mujeres (azafatas y paragüeras) por niños, es discriminación pura y dura. Porque es quitar un trabajo a la mujer para dárselo a un niño o un hombre.
El ejemplo lo hemos visto en varios Grandes Premios. Equipos que tenían paragüeras, cuya función era proteger del sol (o la lluvia) al piloto mientras se ultiman detalles en el grid, eran sustituidas por los mecánicos o miembros masculinos del propio equipo. Es decir, que han eliminado el trabajo de la mujer para dárselo a un hombre. ¿Eso no es discriminatorio? ¿Esto no va en contra de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres? Que me quites mi trabajo que realizo correctamente para dárselo a un hombre, sí es discriminatorio. ES DISCRIMINACIÓN. Y LO DIGO EN MAYÚSCULAS. Si el problema es la imagen que da la paragüera, vístela de manera decente.
Conclusiones al problema de las azafatas y paragüeras.
Después de tantas vueltas, creo que podréis coincidir conmigo, que lo erróneo es el enfoque. No es denigrante para la mujer el trabajo de azafata o paragüera. Lo denigrante es cómo algunas marcas las visten.
Por último, comentar que ayer el propietario de la Fórmula 1, “Chase Carey” declaró que le gusta la presencia de las azafatas en las carreras y que van a mantener el glamour con chicas bonitas.
Yo como mujer, solo espero que, a las chicas bonitas, se le añadan chicos bonitos. Y en ambos casos, los vistan correctamente. Así todos estamos representados. Porque esto, ya no es un deporte de hombres. Es un deporte de todos.
