Cuando la pasión por las motos se mete en la sangre…


Después de esta última semana necesitaba contarle a alguien mi experiencia con las motos, así que qué mejor que a vosotros que me habéis enseñado tantas cosas.

pasion-por-las-motos-monica-sirven-circuito-albaceteNo hace mucho que me considero una verdadera aficionada a las motos. La verdad es que siempre he tenido relación con las motos, las carreras y la velocidad, ya que mi madre trabaja en el circuito de velocidad de Albacete y cuando era pequeña me llevaban los fines de semana a ver  las carreras, tanto de motos como de camiones, exhibiciones de coches, motor extreme… Con el tiempo las cosas fueron cambiando y entre unas cosas y otras las visitas al circuito cada vez eran menos, mi padre vendió su moto, yo me aficioné al fútbol y perdí todo contacto con este mundo.

Pasión por las motos

Aunque creo que algo seguía por dentro. No podía evitar girarme cada vez que veía una moto y pensar en las mil emociones que tienen que aparecer en ese momento al piloto, el subidón de adrenalina o la libertad que se tiene que sentir al pilotarlas.

También tengo que decir, que de vez en cuando, aunque pocas veces, me sentaba con mi padre a ver las carreras de motogp, pero como ya he dicho, yo era más de fútbol. Hasta que este año viendo la clasificación en Austin, vi la pole que hizo Márquez y no entiendo muy bien qué pasó en ese momento, pero me emocioné tanto que empecé a ver las carreras de motogp, y con el tiempo las de moto2 y moto3. Luego pasé a seguir también los entrenamientos siempre que me era posible y si no a través del móvil. Y a leer revistas de motos, artículos, noticias, novedades… y cuanto más leía más tenía la sensación de querer aprender, hasta tal punto que, aunque me siguen encantando el fútbol y otros deportes, parece que el mundo de las motos ha eclipsado todo lo demás.

Esta semana pasada he tenido la gran oportunidad de vivirla entorno a las motos, de rodearme de personas que sienten la pasión por las motos, poder ver la moto de Héctor Barberá, la de Marc Márquez y por supuesto de ir al GP de la Comunidad Valenciana.

motogp-2011-jorge lorenzo-campeon del mundo- cheste 2015-yamaha-m1No sé cómo expresar con palabras todo lo que he sentido y he vivido estos días, porque después de unos meses de bajón ha sido lo mejor que me podía pasar para recuperar la energía que me faltaban algunos días. Me desperataba a las 6 de la mañana nerviosa, con unas ganas locas de salir corriendo a coger el metro y llegar cuanto antes al circuito para no perderme ningún entrenamiento. Cada vez que pasaban por delante de la grada donde yo estaba se me ponían los pelos de punta. Y cuando podía me gustaba pasearme para ver todo el ambiente, todos los colores, el resto de aficionados apoyando a los diferentes pilotos, me sorprendió que muchos llevaban prendas de distintos pilotos (la camiseta de Márquez, la gorra de Rossi y la bandera de Lorenzo), me sorprendió incluso que cada vez que pasaba un piloto, daba igual quien fuese y de quienes eran fans, aplaudían con respeto, lo cual me hizo emocionarme aún más después de todo lo sucedido en las últimas semanas, y eso es algo que he visto pocas veces en otros deportes.

Y bueno, para qué hablar del final de motogp, vivirlo entre todos los aficionados, el sufrimiento, la emoción, la primera vuelta que pasaron por delante, todo el mundo de pie en tensión y animando. Dios mío, que sensación tan increíble, hacía tiempo que no me sentía tan viva y al mismo tiempo serena.

Otra cosa que me llamó muchísimo la atención era la cantidad de motoclubs, grupos, peñas, asociaciones… de moteros que venían juntos a disfrutar de este gran fin de semana. Al final del domingo, después de la carrera de motogp cuando todo había terminado y la gente se iba, veía salir toda la oleada de motos, tanto hombres como  mujeres,  y no sé cómo explicarlo pero era alucinante verlos a todos. Sentí cierta “envidia sana” y pensaba que algún día yo sería como ellos, iría con un grupo de amigos en moto a ver un gran premio como este. Cuando salieron las entradas buscaba algún amigo que quisiera venir conmigo, ya que mi padre no podía venir, pero no encontré a nadie y aunque mi madre no quería que viniera sola, no pude evitarlo.

No consigo explicarme nada de lo que me ha pasado, ha sido todo tan deprisa y de golpe que no lo entiendo. Nunca antes me había pasado con tanta intensidad, no sé si realmente es la pasión por las motos, un venazo que me ha dado de repente o el qué. Mi familia y amigos tampoco saben qué me pasa y no entiende que en unos meses tenga tanto interés por aprender sobre este mundo de las motos.

Ahora mismo solo soy una novata con ansias de aprender y no sé qué pasará en el futuro, si continuará esa pasión por las motos (eso espero) o si se me habrá oliviado todo, pero ojalá algún día pueda montarme y ser yo quien pilote una de esas motos,  sentir realmente la sensación de pilotar una moto, sentir todo lo que expresáis en este blog y encontrar a alguien que me enseñe y me acompañe en la carretera.