Por todos es conocido el afán recaudatorio de la administración pública en general y de la policía en particular, sin embargo hay cosas que ya pasan de castaño oscuro.
Ayer estábamos unos amigos dando una vuelta en el maravilloso Coll de Lilla de Tarragona y tuvimos la gran suerte de toparnos con un control de los Mossos d’Esquadra. Tres coches que bloqueaban toda la carretera y unos 6 o 7 agentes que amablemente nos dieron el alto.
Con la caballerosidad que les caracteriza nos pidieron los papeles del vehículo, el seguro obligatorio y el carné de conducir.
Desde la entrada en vigor de la Ley 18/2009, de 23 de noviembre, que derogó en noviembre de 2010 los dos últimos párrafos del artículo 3.1, apartado b), del Texto refundido la Ley sobre Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor, ya no es necesario llevar la documentación acreditativa de la existencia del seguro.
La policía, por tanto, debe comprobar si lo llevas o no a través de sus medios.
De los amigos a los que nos pararon ayer, ninguno llevaba el justificante de pago.
Los agentes, sin perder la amabilidad nos explicaron que su sistema de transmisiones no funcionaba y que de no poder comprobar nuestro seguro nos tendrían que sancionar para que lo presentásemos unos días después.
Afán recaudatorio de tráfico
¿Cómo?
¡Si señores! Los agentes nos informaron que si no podían comprobar que nuestro seguro estaba en regla, ante la duda, nos iban a multar y ya luego nosotros haríamos los recursos o trámites o lo que fuera.
¿Dónde queda eso de… inocente hasta que se demuestre lo contrario?
Su amable respuesta fue un… “Tenemos órdenes expresas de ser tajantes con las motos”.
¡Y lo fueron! Porque llevando un compañero la ITV caducada de un mes y poco (malditos despistes) se llevó una bonita sanción de 200€ (la papeleta no, porque tampoco les funcionaba). Más cuando todos sabemos que a los coches se les permite ese despiste de un mes e incluso más.
Obviamente la ley está para cumplirla y si uno no va con las cosas en regla debe pagar por ello pero que se aplique para todos igual. Si somos flexibles lo somos para todos y si somos tajantes, lo mismo.
Y por supuesto que no es responsabilidad nuestra que no funcionen sus aparatos, así que eso de “os voy a tener que sancionar si no lo podemos comprobar” (que por suerte lo comprobaron) no pasa ni en el medo oeste.