¿Porqué utilizar latiguillos metálicos? | Mejora los frenos de tu moto


La mayoría de las motos vienen de fábrica con latiguillos fabricados en goma o caucho; un material que ofrece un rendimiento inferior al que ofrecen los latiguillos metálicos. Te contamos sus diferencias y por qué deberías cambiarlos.

Qué son los latiguillos

Primero, vamos a comenzar por el principio: ¿qué son los latiguillos? Se trata de esas mangueras que se asemejan a unos cables y que son los que conectan las manetas del manillar a las pastillas que van en los discos de freno. Por su interior va el líquido de frenos, que es bombeado con las manetas, ya que las bombas de freno se encuentran ahí, hasta las pinzas. Así, las pastillas entran en movimiento y rozan con los discos para que frenen.

Durante esta fricción entre los discos de freno y las pastillas se genera calor. La temperatura de este variará según el tipo de frenada. Cuanto más brusca sea, mayor será, y por tanto, mayor será el daño que pueda ocasionarse a los latiguillos en función del material con el que se hayan sido fabricados.

Los tradicionales que vienen de fábrica con las motos son de goma o de caucho. Por lo tanto, son más susceptibles de dañarse cuando son expuestos a temperaturas elevadas. Es debido a ello que existe una tendencia a cambiarlos por los latiguillos metálicos, fabricados en acero inoxidable.

Con su instalación, el sistema de frenos mejora su rendimiento. Y este es precisamente el motivo por el que se utilizan en el mundo de la competición. No obstante, su función, su forma y su tamaño son los mismos tanto si se trata de latiguillos metálicos como plásticos.

Ventajas de los latiguillos metálicos

Ahora que ya sabemos lo que son los latiguillos metálicos y sus diferencias con los de goma, vamos a conocer cuáles son las ventajas que nos ofrecen, que es lo que nos interesa.

Como hemos indicado, el acero inoxidable ofrece una mayor resistencia frente a las altas temperaturas. Los latiguillos de goma pierden efectividad frente al calor intenso, de manera que se reduce el tacto en cierta medida. Para compensar, se hace necesario ejercer una presión mayor en las manetas.

Esto sucede porque los discos y las pastillas se calientan y transmiten el calor a las pinzas, que es donde se encuentra el líquido de frenos, como hemos indicado. En este proceso, los latiguillos de goma se expanden y se deforman y terminan perdiendo parte de su presión interna. Al ejercer una presión mayor, se utiliza una cantidad de líquido mayor.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que los latiguillos metálicos no se adaptan a todos los tipos de conducción. Si los recorridos que sueles realizar no necesitan frenadas frecuentes, podrás prescindir de los latiguillos metálicos. Hay que saber que su precio es más elevado que los de goma. Si por el contrario utilizamos nuestra moto a un nivel deportivo, y requerimos de frenadas fuertes y frecuentes, lo mejor que podemos hacer es instalar los latiguillos metálicos.

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