Padres moteros y el primer pódium


Padres moteros

De tal palo, tal astilla.

De padres gatos, hijos gatitos.

Cuál es el padre, así los hijos salen.

¿Qué pueden esperar unos padres moteros?

Aunque el refranero popular está lleno de sabiduría no siempre es así, pero cuando lo es… qué gran orgullo invade a esos padres que ven a sus retoños subirse a su primera moto y dar los primeros golpes de gas.

padres-moteros-superpao-paola-ramos-piloto-competicion-motociclismo-femenino-chicas-en-moto-carreras-motorcycle-motorbikeY de esos pequeños golpes de gas y carreras por los pasillos de casa o por el parque del barrio, pasan a dar sus primeras vueltas en los kartings y compartir con otros niños y niñas su nuevo juego.

Y cuando algunos de esos retoños se va animando, los padres, más emocionados aún si cabe y como por inercia, pasan a inscribirlos en su primera carrera. Buscan divertirse, participar, pasar el rato de una manera diferente, pero en realidad, es en este momento en el que entra a formar parte de la rueda el espíritu competitivo que todos llevamos dentro.

Padres moteros

A excepción de los padres que pierden el norte y tratan a sus hijos como si fuesen el próximo Marc Márquez, el resto simplemente dejan que sus hijos (e hijas) vayan mejorando a su ritmo, disfrutando del deporte y de la competición.

Viven desde la barrera las angustias de tener la moto perfecta o de no tenerla del todo a punto. Sufren las caídas como si fuesen en sus carnes y pasan más nervios que nadie cuando el semáforo se apaga.

padres-moteros-superpao-paola-ramos¿Y cuando llega el primer pódium?

<<Es difícil de explicar, aun sabiendo que carece de importancia, ya que en esas edades un pódium no es lo más importante, puede significar muchísimo porque su moral se puede hacer fuerte. Es una mezcla de alegría y orgullo>>

Un pódium peleado de una carrera difícil en la que hasta el final no se sabe qué iba a pasar y en que no se para de suspirar cada vez que parece que tu pequeño o pequeña se va a tocar con otro piloto o se va a caer.

<<…Entonces es como una explosión donde todo se multiplica por mil. Y lo mejor, cuando la ves llegar, la miras, la abrazas y le dices al oído, –eres la mejor– y ves cómo su cara cambia por completo. Eso es lo mejor>> (Kike Ramos, papá de SuperPao)

Ser padres es una gran experiencia. Ver cómo los hijos luchan y alcanzan sus pequeñas metas, es una sensación que no tiene precio.

Gracias a todos aquellos padres y madres que se esfuerzan para que sus hijos e hijas disfruten de la pasión del motociclismo.

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