Harley Davidson Low Rider, el estilo clásico de hoy.


Las motos son pasión. Son sentimiento. Van mucho más allá de un mero objeto con el que movernos. Un estilo de vida y una manera de ser. Y la esencia es todos esos conceptos es Harley Davidson.

Cuando pensamos en comprarnos un coche, pensamos en la necesidad que tenemos de ir de un sitio a otro. Analizamos la utilidad, los componentes mecánicos y tecnológicos, y el precio. Buscamos algo que nos guste, pero, sobre todo, buscamos algo que nos cubra nuestra necesidad.

Las motos son otra historia. Y aunque también cubren la necesidad de movernos, en la decisión de comprarlas, intervienen partes mucho más emocionales de nuestro ser. Y son esas emociones las que crean una manera de vivir. Un estilo.

Si tenemos que hablar de una marca que ha sabido crear una filosofía de vida alrededor de sus motos, es Harley Davidson.

Un estilo de vida a caballo entre la libertad y la rebeldía. Entre lo políticamente correcto y aquellos y aquellas que iban a contracorriente. Desafiando las normas y los modales de los ciudadanos de a pie.

Quizás ese estilo ya no está tan de moda, pero hoy, sigue representando el espíritu de libertad de las motos y se renueva con aire fresco.

Y es que cuando te subes a una Harley Davidson, el mundo se ve diferente. Y os lo dice una que adora las Rs y las motos deportivas. No tienes esas ganas imperiosas de correr y estrujar el gas. Solo quieres disfrutar del paisaje, del aire, de la música del motor. Descubres un nuevo mundo. Un estilo diferente.

Lejos ya de ese estilo rudo de los cueros, barbas y tatuajes, Harley Davison te ofrece la esencia de la moto. Una herramienta de desconexión de los problemas del día a día y reconexión con nuestro yo interno.

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Harley Davidson Low Rider

Esta última semana he descubierto estas nuevas sensaciones junto a la Harley Davidson Low Rider. Una máquina imponente, con un motor Milwaukee-eight 107 de 1.750cc, que evoca el modelo original creado en los años 70. Cromada desde la visera del faro hasta el escape, es un espejo. Un lujo para aquellos que adoran verse reflejados y una tortura a cualquier fotógrafo que intente captarla con su objetivo.

Aparentemente es muy grande, y su peso de 300kgr en orden de marcha, pueden generarnos ciertas dudas antes de decidirnos a subirte a ella. Pero su altura, de solo 690mm, permite que se llegue al suelo con enorme facilidad. Con un poco de maña y práctica, moverla no debería ser problema. Aunque, no nos engañemos, no es una moto práctica para el día a día de una gran ciudad.

Sin embargo, como es cómoda y su postura no es extrema, sí es una moto para pasear. Para hacer rutas tranquilas. Ver el paisaje. Y disfrutar de la esencia del motociclismo de carretera. Ahora bien, si quieres darle al gas, la moto responde, pero también el consumo, que pasa de los 5,5l/100km que marca el fabricante a bastante más.

Si algo me sorprendió enormemente de la Harley Davidson Low Rider fue el par motor. Da igual lo despacio que vayas, la moto no trompiconea y se mueve con suavidad. Es estable y fácil llevarla.

 

Harley Davidson ya no es ese estilo rudo y algo grosero que veíamos en las películas. Harley Davidson, y así me he sentido con la Harley Davison Low Rider, es disfrutar sin prisas. Porque, aunque su potencia te lo permite, no te apetece. Lo que te apetece es carretear y pararte en el lugar menos pensado para simplemente admirar el paisaje.

 

La tenéis disponible en 4 colores a partir de 17.870€. Y podéis ver toda la información completa sobre la Harley Davison Low Rider en este mismo link.