Solo oír el nombre de Ducati Panigale 1299S uno ya reacciona inevitablemente abriendo los ojos como platos y soltando un Uff…
Seguidamente, una especie de emoción con cierto acaloramiento, sudor de manos, y sequedad en la boca pensando en si esa bestia será controlable o nos descabalgará en la primera salida de curva.
Su presencia soberbia, afilada y minimalista propia del más puro diseño italiano dan cobijo a 205 caballos de potencia en solo 166 kilos y medio en seco (196 en orden de marcha). Un conjunto que no parece algo fácil de llevar y controlar.
Pero su estética ligeramente renovada con tomas de aire más grande, faros led y un colín mucho más agresivo e innovador, te atrapan y ya solo puedes pensar en hacerla rugir.
Un giro de llave, unos segundos de arranque y el nuevo motor supercuadro se pone a rugir como una bestia. Y no podía ser menos tratándose del bicilíndrico de serie más potente que se ha fabricado con unos pistones de 116mm de diámetro.
Ducati Panigale 1299S. ¿Fácil o difícil de llevar una moto con tanta potencia?
Para un piloto experto no hay duda, pero para todos aquellos mortales que disfrutamos de nuestras motos tanto en carretera como en circuito y que no solemos llevar a las máquinas a su límite sino al nuestro propio, la cosa no parece tan obvia.
Sin embargo, unos cuantos metros son suficiente para saber que la nueva Ducati Panigale 1299S es una moto apta para todos aunque no apta para enclenques.
Es rígida, es dura y es potente, pero es tan suave como lo seas tú con tu mano, tan estable que olvidas sobre qué pavimento estás rodando y tan ágil que hasta la carretera más ratonera la saboreas con intensidad.
Una de las grandes virtudes de las Ducati en general es el par que tienen. La Panigale 1299S no podía ser menos. Con un par de 144,5Nm a 8.750 vueltas, da igual en qué marcha vayas porque responderá a la perfección. Así que si eres amante de las emociones fuertes, sube una marcha más y tu paso por curva dará vértigo. Ahora bien, al venir equipada con Quick Shitt (up/down) subir y bajar de marchas es emocionante.
Dos elementos clave en esta supermoto son sus suspensiones Öhlins semiactivas y sus frenos Brembo monobloque M50. El resultado, adherencia en la curva, estabilidad en la frenada y manejabilidad en las curvas. Y si a ellos les añades el gran chorro de elementos de control electrónicos, casi podrías hacer las curvas con los ojos cerrados.
La Ducati Panigale 1299S se adapta al piloto y no el piloto a la moto
La Ducati Panigale 1299S permite que se regulen sus parámetros con un solo botón dando asistencia al piloto en todo momento.
Tres modos de conducción, wet que limita la potencia a 120cv y regula las suspensiones a situaciones de poco grip y máxima seguridad, sport en el que la entrega de potencia es total y su regulación a una conducción deportiva, y race donde la respuesta del aceleración es inmediata, solo apta para los más atrevidos y preferiblemente para circuito.
Pero no solo son los tres modos de conducción sino que en cada uno de ellos podemos regular hasta en 8 niveles de intensidad el control de tracción y el wheelie control, el ABS, la retención del motor, la suspensión y todos los elementos que puedan afectar a nuestras sensaciones. Una manera sencilla de adaptar la moto a nuestro estilo y al tipo de conducción que vayamos a tener en cada momento. Simplemente hay que estudiarse un poco el panel de control (con paciencia que tiene su miga…) y tendremos una moto a nuestro gusto.
Sin duda alguna aunque la Ducati Panigale 1299S es una moto superdeportiva con carácter de una SBK, es una moto que bien puede ser nuestra moto de los domingos con la que pasar días llenos de emociones y sensaciones intensas. Ahora bien, no es apta para todos los bolsillos ya que su precio es de unos 28.900€.
Pinchando en este enlace podrás ver la ficha técnica completa.
Puedes descubrir más sobre la Ducati Panigale 1299S en la web oficial de Ducati.