¿Qué pasa en la alta competición?


dakar miguel puertasUna de las cosas de las que siempre alardeamos los moteros es del compañerismo, la solidaridad, la amistad y de ese sentimiento de hermandad que tenemos los unos con los otros. Nos saludamos siempre que nos cruzamos y nos echamos unas risas con desconocidos en cualquier bar por solo haberle visto el caso o las llaves de su moto.

¿Pero qué pasa en la competición? ¿A más nivel, menos valores?

El otro día, un amigo me recordó un incidente que pasó durante el Dakar de este año. Durante la carrera, el piloto de Gas Gas Miguel Puertas fue atropellado (por suerte sin consecuencias físicas graves) por el coche de Ronan Chabot y Gilles Pillet.

¿Qué pasa en la alta competición?

Hasta ahí podríamos decir que “esas cosas pasan”, “que un accidente lo tiene cualquiera”, o que fue un despiste del coche no llevar el sentinel activado.

Pero si atropellas a alguien, aunque estés en plena carrera… ¿no te paras?

En un circuito de velocidad, sea una carrera o unas tandas libres, no te puedes parar. Obviamente, pararse en medio de una pista donde se circula a velocidades altísimas cuando hay personal cualificado destinado a tal fin, sería absurdo y peligroso, así que si un compañero se cae, tú sigues y esperas noticas en el box.

¿Pero si la carrera es abierta como es el caso del Dakar? Pararte, ayudar y esperar a que la situación esté controlada y los servicios de emergencia avisados parece que debería ser lo mínimo, ¿no?

¿Qué pasa en la alta competición?

En el vídeo vemos cómo el coche de Ronan Chabot y Gilles Pillet atropella a Miguel Puertas y sólo tras unos segundos se da la vuelta para mirar –supongo que para ver si se lo ha cargado o no- y sigue su camino sin detenerse. Doy por supuesto que al ver  que la gente corre y se acerca a socorrer lo da por válido.

En competición, ¿nos volvemos insensibles?

No sé si hubiese cambiado mucho el resultado de Ronan Chabot y Gilles Pillet el pararse unos minutos para asegurarse que Miguel Puertas estaba correctamente atendido, pero lo que si se, es que su actuación –desde mi punto de vista- no fue la más correcta.

Tampoco la dirección de carrera se tomó demasiado en serio el asunto, puesto que la penalización fue simplemente de una hora por no llevar el sentinel encendido. Quizás a Ronan Chabot y Gilles Pillet les hubiera compensado más pararse 5 minutos a asegurarse que Miguel estaba bien que perder una hora por sanción.

Sea como sea, no perdamos los valores. Competir, luchar, rivalizar, pelear por ganar y ser exigentes con uno mismo y con nuestros rivales o incluso enfadarnos ante la derrota, no es malo. La maldad viene cuando odiamos a los rivales, cuando les mostramos desdén, cuando no les respetamos o cuando perdemos la humanidad y los valores más básicos.

Los moteros, no somos así.

Esta situación dio origen a la página de facebook FairPlayRallyDakar, donde luchan día a día para que esto no vuelva a suceder.