No hay carreras aburridas con Marc Márquez


marc-marquez“No hay carreras aburridas con Marc Márquez” es una de las frases que dijo ayer Kenny Noyes  durante la retransmisión del Gran Premio de Brno aunque si preguntas por ahí, la sensación es justamente la contraria.

La valía de Marc Márquez para ganar diez carreras de once, y ser líder del mundial está fuera de toda duda. Un piloto increíblemente bueno que lucha en cada carrera como si no hubiese mañana. Pero de ahí a decir que las carreras no son aburridas hay mucha distancia.

Las carreras de MotoGP, salvo vueltas puntuales en las que hay algún adelantamiento (como ha sido en estas dos últimas) son soporíferas y generan el mismo efecto que el ciclismo, un sueño profundo.

Los pilotos van al límite tanto de ellos mismos como de sus máquinas, entre las que hay bastantes diferencias, así que resulta muy difícil adelantar y luchar por las posiciones de cabeza.

No hay carreras aburridas con Marc Márquez

Si a todo eso le añadimos la dificultad que tenemos para ver los entrenamientos, las clasificaciones y las carreras en sí, debido a los líos que se tienen con los derechos de retransmisión, todo el mundial pierde su atractivo.

marc-marquez-2014No nos gustan las caías y los accidentes de los pilotos, como a veces se intuye por parte del equipo de retransmisión, pero si nos gusta la lucha, los adelantamientos, los cuerpo-a cuerpo y la tensión cuando motos y pilotos están muy igualados. Hoy tenemos un nivel altísimo de pilotos que se dejan la piel, pero emoción más bien poca.

Hasta Indianápolis había una superioridad absoluta de Marc Márquez y su honda. Ahora parece que o bien algo no funciona correctamente (como se empeñaron en decir) o bien las otras marcas se han puesto las pilas porque no solo están mucho más cerca sino que han conseguido por primera vez ganarle la posición.

¿Habrá más emoción a partir de ahora? O será algo puntual y la supremacía del binomio Honda-Márquez volverá a aparecer.

Sea como sea, este año no creo que ganemos mucho en emoción y solo quizás si en el futuro igualan las máquinas entre ellas, consigamos tener un MotoGP parecido a la increíble carrera que vimos ayer de Moto3.