El fin de la silla de ruedas


silla de ruedasHace unos días leí un artículo de El confidencial donde se explicaban unos asombrosos avances que se han hecho en el Instituto de Rehabilitación Frazies de la Universidad de Lousville en Kentucky (EEUU) y gracias a los que un hombre de 33 años, que había quedado postrado en una silla de ruedas tras un accidente de coche en 2007, había logrado levantarse y caminar por su propio pie.

Según explicaban, el neurólogo Reggi Edgerton, de la Universidad de California, implantó una matriz de 16 electrodos en la zona inferior de la médula espinal del paciente que estimulaba de forma continua los nervios raquídeos.

El resultado fue que el paciente, que llevaba años sentado en su silla de ruedas, pudo levantarse y andar con cierta normalidad.

De esto hace ya dos años. Hoy existen también estudios con células madre muy esperanzadores para la recuperación de la movilidad del cuerpo tras lesiones medulares.

El fin de la silla de ruedas

Hace 50 años una persona con una amputación tenía unas prótesis horrorosas y dolorosas sin ningún tipo de movilidad. Hoy, aunque aún no sean aptas para todos los bolsillos, existen prótesis que son incluso mejores que las piernas que dios nos ha dado a algunos de nosotros.

silla-de-ruedas-accidenteCada año más de 30.000 motoristas sufren lesiones contra los guardarrailes, algunas de ellas les dejan postrados en sillas sin esperanza de poder volver a andar.

¿Se podría haber evitado? En muchísimos casos si, si no hubiesen unos guardarrailes sin protección suficiente para nosotros y con unas patas que son como cuchillas. Sin embargo, tras 41 años de guardarraíles sin ningún tipo de modificación, la cosa parece que no va a cambiar.

El coste de cambiarlos es bajo (teniendo en cuenta lo que roban) y no lo hacen, así que no nos engañemos porque los guardarrailes asesinos van a seguir estando.

Sin embargo, existen nuevos avances médicos y nuevas aplicaciones tecnológicas que nos ayudarán, en el caso de sufrir la lesión, a tener una vida un poco más normal. Si no hoy, pronto. Y eso, es fuente de esperanza para todos los lesionados medulares. ¡Ánimo!