Rodibook 2015, una aventura al límite


El fin de semana 19-20 de septiembre se ha celebrado la Rodibook 2015. Un evento motociclista no competitivo de más de 635 kilómetros. Ha pasado por 22 puertos de montaña y ha cruzado tres países distintos; España, Francia y Andorra.

Las inscripciones se abrieron el 5 de junio y en una sola semana se cubrieron las 500 plazas que había disponibles.

¿Por qué esa fiebre por hacer rutas de 15 horas sobre una moto sin bajar más que para poner gasolina?

¿Qué tienen estos eventos que tan locos nos vuelven a todos?

Teníamos que probarlo para poder hablar con propiedad y entender por qué son tan adictivos. Nos decantamos por la Rodibook 2015.

Los tres miembros de Mujeres Moteras, Berta Solsona, Eduard de la Guerra y yo misma nos apuntamos a la Rodibook. Iríamos con tres magníficas motos; una Yamaha MT09 Tracer, una Honda Crosstourer y una KTM 1050 respectivamente.

El rodibook tiene ciertas particularidades que no tienen otros eventos de este estilo. Para empezar, la ruta, que es totalmente secreta hasta la noche antes del evento, viene marcada en un roadbook al más puro estilo dakarista. Un elemento de navegación al que la mayoría no estamos nada acostumbrados y que pese a no ser complicado de entender, requiere tener todos los sentidos muy alertas para poder leer el roadbook mientras se conduce y no despistarte de la conducción en sí.

Pese a que el evento arranca con un briefing completo en el que se explica tanto el funcionamiento del roadbook como algunas características de la ruta (que es básico de cara afrontar el día siguiente) nosotros llegamos tarde y nos lo perdimos. La organización, en un acto de bondad, nos explicó brevemente cómo funcionaba tanto el rústico navegador cómo la ruta en sí.

El sábado… ¡madrugón! De 6.40h a 7.40h de la mañana debían salir 500 motos. Cada 30 segundos salían 4 motos correctamente ordenadas con una botellita de agua y un sándwich.

La ruta consistía en pasar por siete controles de paso. Cinco venían marcados en el roadbook y otros dos eran sorpresa y sólo si ibas por la ruta exacta los podías cruzar.

El roadbook iba instalado en mi moto así que era la guía de nuestro minigrupo de 3.

Los primeros kilómetros íbamos bastantes motos juntas y resultaba bastante sencillo, aún y así intenté solo guiarme por el roadbook. No fue fácil cogerle el truco a este sistema de navegación. Debes calcular los pequeños desfases que hay en metros, interpretar los dibujitos y entender sobre la marcha hacia dónde debes girar en cada desvío.

A medida que íbamos sumando kilómetros la cosa iba siendo un poco más fácil y me movía con más soltura en los cruces, intersecciones y desvíos.

Nuestra Rodibook 2015 fue una suma de errores de novatos…

Nuestro primer error fue pensar realmente que era una simple ruta larga en la que podríamos disfrutar de la conducción y de todo lo demás. ¿Quién no ha hecho una ruta de 600 kilómetros en un día? Nosotros varias así que nos parecía bastante fácil.

Tal es así, que como buenos felices de la vida… nos paramos en la primera gasolinera que había marcada en la ruta a repostar, ya que la noche anterior no habíamos dejado las motos con los tanques llenos.

Nos entretuvimos charlando con los lugareños y cuando nos dimos cuenta estábamos totalmente solos y éramos los últimos. Aún y así, en nuestra cabeza seguía implantada la idea de disfrutar del paisaje, la ruta, de pararnos a hacer algunas fotos y un poco de vídeo. Teníamos que contaros cómo lo estábamos pasando y lo bonito que era todo.

Tras los primeros 50 kilómetros el asfalto pasó de ser decente a ser pistas de grava, caminos canadienses y de asfalto roto. Muy divertidos si vas calzado con una moto rutera, trail o maxitrail pero no demasiado recomendable si vas con una R.

Inscritos en la rodibook de este año había tres impalas y dos vespas. Sorprendentemente acabaron la ruta sin ningún percance.

Tras perdernos en un desvío y estar parados 10 minutos dándole vueltas al roadbook sin cruzarnos con ninguna moto empezamos a pensar que quizás nuestra política de disfrutar no era la más adecuada. Aceleramos el ritmo y nos propusimos no parar hasta el punto de comer.

200 kilómetros de grava y asfaltos difíciles después llegamos a comer.

Allí nos informaron que más de 50 motos no habían pasado por el último control (uno de los controles sorpresas) y que 30 faltaban por llegar a comer. ¿Cómo? ¡Si éramos los últimos y veníamos solos!

Mucha gente estaba haciendo trampas. Literalmente.

Nuestro segundo error de la Rodibook 2015 fue relajarnos durante la comida. Charlamos, comentamos con unos y con otros, y luego cuando ya se fue todo el mundo, seguimos charlando entre nosotros un poco más. Arrancamos las motos y seguimos la ruta… los últimos.

El paisaje era tan bonito que nos paramos a hacer fotos y algún vídeo -tercer error de la Rodibook 2015-. Allí fue cuando nos dimos realmente cuenta que quizás nuestro planteamiento no era el correcto. Que este tipo de eventos no están pensados para disfrutar de entorno sino para conducir sin perder ni un minuto y parar lo justo para repostar y comer (rápido).

 

Nos vimos obligados a ir mucho más rápido de lo que se debería y aún y así no nos cruzamos con ninguna moto en 250 kilómetros más pero ya no bajamos el ritmo. Al cruzar el Coll de la Trava a 1.480m no pude evitar pararme y hacernos unas fotos. Llevábamos por lo menos una hora larga de retraso pero era igual. Aquello era tan bonito que ya no nos venía de aquí.

Seguimos el camino hasta un cruce en el que tenía ciertas dudas de por dónde seguir… El sol ya se había puesto y era cuestión de un rato que se hiciera de noche. Sin luz en el roadbook sería incapaz de seguir la ruta marcada. Y tras 12 horas de conducir sin parar tampoco me sentía capaz de memorizar cada desvío y dirección.

Así que decidimos que nuestro rodibook finalizaba a 160 kilómetros de la meta y debíamos volver por alguna ruta más directa.

Cuarto error de la Rodibook 2015….

Intentando volver por vía directa acabamos haciendo 120 kilómetros extras a los 160 kilómetros que nos quedaban. Es decir, que acabamos llegando a Vielha a las 03.30h de la madrugada. Sumamos 752 kilómetros de carreteras de curvas ratoneras y puertecitos de montaña a nuestras espaldas.

Los últimos 100 kilómetros a unos 4 grados de temperatura, de noche y sin haber comido nada más que una hamburguesa a las 14h en nuestras cabezas solo sonaba un… que no se me cierren los ojos y… esto es una tortura. Personalmente doy gracias a los trajes Rev’it que nos protegieron del frío durante la Rodibook 2015. Si además de luchar contra el sueño y el hambre hubiésemos tenido que sufrir el frío… hubiésemos tirado la toalla antes de llegar.

Sin embargo, a la mañana siguiente, tras haber descansado unas horas, habernos duchado y desayunado con voracidad sentimos la necesidad de repetir la experiencia. Nuestro único objetivo sería acabarla completa y en el tiempo estipulado por la organización.

Este evento no está pensado para disfrutar de los maravillosos paisajes por los que te vas cruzando. Tampoco para parar a relajarte un poco con las bonitas vistas. Está pensado para no descansar y conducir sin parar a velocidad constante durante las más o menos 10-15 horas. Además, requiere cierta pericia en guiarse con un roadbook. Un mínimo conocimiento de las zonas por las que vas circulando y por supuesto, un mínimo de experiencia en moto y rutas largas y complicadas.

Un despiste, un error al tomar un desvío o tomarte más tiempo de la cuenta en una parada y las 15 horas se convierten fácilmente en 20 horas de ruta. Si no estáis preparados, es una auténtica animalada. En este post os cuento trucos para preparar un evento motociclista de larga distancia.

Antes de hacer un evento motociclista de larga distancia como la Rodibook 2015:

Para todos aquellos que os estéis planteando una aventura así os recomiendo que vengáis mentalizados y con el planteamiento claro. Se debe conducir sin descanso y con las paradas imprescindibles. Además, antes de apuntaros aseguraros del tipo de ruta que será. Cada año la cambian y puede no ser una ruta demasiado ideal para algunos tipos de moto. Si queréis aseguraros el tiro, conseguir una moto rutera o maxitrail. No solo disfrutaréis muchísimo y conduciréis más cómodos, sino que la moto no sufrirá tanto si la ruta pasa por caminos de asfalto roto, barro o grava.

Este año, nosotros no hemos sido capaces de hacer la ruta de la Rodibook 2015 completa Y aunque acabamos haciendo muchos más kilómetros de los que marcaba la organización consideramos el reto no cumplido. Para el año que viene, el equipo de Mujeres Moteras está emocionado y preparado para hacerla en el tiempo que marca la organización.

Si quieres más información sobre la Rodibook, puedes visitar su web. Y en la nuestra encontrarás también información sobre las ediciones 2016, 2017 y 2018.