A lo largo de estos años hay una pregunta que me han hecho muchas chicas que se acaban de sacar el carné –o están en ello- y que yo misma me planteé y que me llevó de cabeza una buena temporada.
¿Qué moto debo comprarme?
Recuerdo el día en que mi carné dejó de estar “limitado” y decidí que quería comprarme una moto «grande». A mí, personalmente me gustan mucho las motos deportivas pero, en aquél entonces, con mi nula experiencia y mi falta de pericia me parecía demasiado para empezar.
¿Qué moto debía comprarme como «primera moto»?
La respuesta adecuada debía dármela alguien entendido en el tema así que me fui a ver a un amigo mío mecánico y expiloto para que me aconsejara.
primera moto
Sin dudarlo ni un segundo me contestó que me comprara la moto que me gustara. Que no pensase en si iba a poder, me iba a pesar o se me iba a caer porque todas las motos se conducían igual. Me dijo que simplemente tardaría un poco en hacerme a ella y adaptarme al tipo de conducción, al peso y a la maniobrabilidad de la máquina, pero que una vez salvado este periodo de adaptación (que pasa con cualquier moto) la llevaría igual de bien que cualquier otra.
Pese a que me dio la respuesta que yo quería oír seguí con mis dudas así que también lo comenté con la familia (grandísimo error) y con otros amigos no expertos en motos (otro grandísimo error). Ellos me dijeron básicamente “a dónde vas a ir con tanta moto”.
Al final sucumbí a la inseguridad sobre mi capacidad como novata y me compré una FZ6. Una moto que tenía menos motor, parecía más facilona y dócil, con la que disfruté mucho, pero no era la moto de mis sueños.
A la semana de tenerla me di cuenta que tanto me hubiera dado tener esta como un avión. Todo era cuestión de habilidad y tacto con el puño y el freno.
Desde entonces, siempre que alguien me pregunta, qué moto comprarse como «primera moto», recomiendo escoger siempre la que nos más nos guste, teniendo en cuenta tres salvedades: la altura de la moto (por si somos más o menos bajitos), la posible limitación del carné A2 y el presupuesto que tengamos.