Cuando decidimos que queremos formar parte del mundo del motociclismo solo pensamos en una cosa, sacarnos el carné y comprarnos la moto que más nos guste o que, por nuestras características físicas o técnicas, podemos llevar.

Nos sacamos el carné, nos compramos la moto y nos lanzamos a la carretera sin más. Poco a poco vamos sumando kilómetros y cogiendo soltura. Sin embargo, hay cosas y aspectos de la conducción que no solemos tener en cuenta y que son, en el fondo, básicos.

<<Con que me den rueda tengo suficiente para aprender>>

He oído esta frase de boca de chicos y chicas en infinidad de ocasiones, y no deja de sorprenderme. El fijarse siempre en otros compañeros que han aprendido a base de kilómetros y tandas libres suele ser un error, entre otras cosas porque ni son pilotos profesionales, ni tienen una técnica depurada, y ni aún teniéndola, no te pueden enseñar correctamente en un tramo de carretera un domingo por la mañana. Conducir y pilotar no es lo mismo.

Conducir o pilotar

<<No hay que tener fuerza para ir en moto>>

Sin duda alguna, las motos no las llevamos en brazos ni empujando, por lo que la fuerza física no es un elemento determinante a la hora de conducir una moto. Pero sí es un componente importantísimo al que muchas veces no le hacemos ni caso. La conducción implica acelerar, frenar antes de entrar en las curvas, dar el paso por ellas y salir acelerando nuevamente.

Cada vez que frenamos, cargamos tensión sobre brazos, piernas y abdomen, de manera que cuanto más tonificados y fuertes sean, mayor será nuestra resistencia y más fuerte podrá ser la frenada. Si a eso le sumamos el vaivén de lado a lado en cada curva, más nos vale estar en buena forma, de lo contrario, nos cansaremos enseguida y empezaremos no solo a ir más despacio sino también a cometer errores.

<<Da igual lo que comas para ir en moto>>

Comer bien o mal no afecta directamente a la conducción, sin embargo, si hemos decidido que queremos mejorar en nuestra técnica de pilotaje y trabajamos nuestra resistencia física, debemos incluir una alimentación sana que nos garantice, tanto los resultados buscados físicamente, como un bienestar general de nuestro organismo.

Somos lo que comemos así que seamos pilotos, conductores o domingueros, la alimentación debe ser saludable.

Mejorar en la conducción es garantía de seguridad, y eso es posible siempre que hagamos un trabajo de 360º.