Hace ya casi un año desde que entró en vigor la normativa Euro 4. Hasta la fecha, esta ha sido la regulación más exigente, como respuesta a las necesidades medioambientales. Vamos a conocer en qué consiste exactamente.
Qué es la la normativa Euro 4
De igual modo que sucedió con los coches, las motocicletas también han tenido que adaptarse a las nuevas normativas de seguridad y contaminación. Una medida que, además de cumplir, tenemos que pagar. Sin embargo, debemos considerar el hecho de que la destrucción del medioambiente se paga aún más cara.
Si en el Salón de la Moto del año pasado muchas motos ya se adaptaban a esta, en el de este año todas cumplen ya con la normativa Euro 4. La tecnología debe adaptarse y trabajar siempre dentro de unos límites establecidos.
La normativa Euro 4 es una versión mejorada de la anterior, la Euro 3. Con la entrada en vigor de esta, las motocicletas hasta los 125 cc deben incluir un sistema de frenada combinada (CBS) o un ABS antibloqueo. En el caso de tener una cilindrada que sea superior, este último será obligatorio.
Además de estas medidas de seguridad, la normativa Euro 4 obliga a reducir las emisiones contaminantes. Concretamente, las de NOx han bajado hasta casi un 60% y las de CO en un 56%. Por último, las de los hidrocarburos totales THC en casi un 50%.
La normativa Euro 4 se convierte así en la primera regulación con medidas específicas para motocicletas. En sus versiones anteriores, el protocolo era el mismo tanto para coches como para motos.
Por otra parte, las regulaciones para las motocicletas se remontan a 1999. Para los coches, estas existen desde 1992. Tampoco sus identificaciones coinciden, ya que para los turismos, la última normativa en entrar, en septiembre de 2014, es la Euro 6.
Cabe destacar que las emisiones tampoco se corresponden entre ambos aun cuando lleven el mismo nombre. En el año 2020, cuando se pase al Euro 5, la emisión se igualará con la actual de los coches (Euro 6).
Qué supone la normativa Euro 4
Con la normativa Euro 4, los fabricantes se ven obligados a invertir mucho dinero en I+D. Las nuevas tecnologías deben ajustarse a los requisitos establecidos actualmente. De lo contrario, no podrán acceder al mercado.
Hay quienes pueden considerar que estas limitaciones son innecesarias y que van en detrimento de la estética. Sin embargo, y puesto que el planeta no cuenta con recursos ilimitados, estas medidas buscan el respeto por el medio ambiente para asegurarnos una mejor calidad de vida.
La parte negativa de la normativa Euro 4 es el coste que supone. Así, los grandes fabricantes son quienes se ven menos afectados, al contar con presupuestos de muchas cifras para sus investigaciones.
Puesto que se requiere de inversiones elevadas, la normativa Euro 4 puede suponer la desaparición de muchos motores, al ser inviable su adaptación. Este elevado coste, como ya hemos podido observar este año, se traslada también al precio final.
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